Además de presentarse la muestra de fotos y documentos antiguos de VILLA HORTENSIA Y LA AGUADA DE PUEYRREDÓN el 12 de octubre de 2012, en el Hall de la UNSL, se trasladó a la casona, con motivo de cumplirse los 100 años de Villa Hortensia.
Allí aún se puede apreciar el trabajo de Hugo Gez y Chelco Rezzano en fotos antiguas de las familias Despouy-Domeniconi.
Amerita también sumar fotos más recientes, durante la visita a La Aguada del Dr. Terragno y Teresa Anchorena, que disertaron en el Auditorio Mauricio López, junto al Dr. Leandro Despouy, sobre la familia Pueyrredón, al cumplirse 200 años de su paso por San Luis.
Al final, una foto en el mismo lugar con mucho años de diferencia, para el recuerdo en este espacio hecho con mucho amor.
AGUADA DE PUEYRREDON
FOTO: Chelco Rezzano
martes, 30 de julio de 2013
ALBUM FAMILIAR
Aunque no tenemos fechas, ni nombres de las personas que están en estas imágenes, se trata de familiares y amigos de las familias DESPOUY, DOMENICONI, tomadas la mayoría en la AGUADA DE PUEYRREDÓN.
Fueron expuestas en el HALL de la UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN LUIS, el 12 de octubre de 2012, luego de un destacado trabajo de edición de los fotógrafos HUGO GEZ y CHELCO REZZANO.
Nuestra misión, es rescatar en este blog algunas de esas fotos para compartirlas, ya que no toda la comunidad pudo apreciarlas entonces ni ahora, que están en Villa Hortensia, la casona que cumplió 100 años y fue motivo de un blog especial.
Agradeceremos la intervención de quienes puedan aportar datos debajo de este álbum, para completar el material.
San Luis de la Punta de los Venados, Nueva Medina de Río Seco, 30 de Julio de 2013.-
sábado, 22 de diciembre de 2012
Aguada de Pueyrredón.
A pesar de que contamos con suficiente
material bibliografía para testimoniar este fragmento histórico, amerita difundir
en este blog por separado cada autor y su texto, para que los lectores saquen
sus propias conclusiones.
Entre las publicaciones que
se conocen acerca de los añejos y legendarios ombúes de la Aguada de
Pueyrredón, sin duda que ‘Bocetos biográficos y recuerdos’, un capítulo del
libro LA TRADICION PUNTANA de Juan W. Gez (Año 1916) es el material más valioso
que encontramos para compartir, sobre este tema en particular.
Tal cual expresa el texto
introductorio ‘El profesor don J. W. Gez
conocido y aplaudido autor de obras de historia argentina, ha publicado un
libro con el título de «La Tradición
Puntana», colección de bocetos biográficos y recuerdos de hombres y cosas
de San Luis.
Como
contribución a los estudios de la historia nacional, tiene mucho valor, pues, aparte de abarcar la vida de próceres, trae noticias interesantísimas acerca de hechos
poco difundidos.
En una Síntesis, el historiador expresa que ‘la Sociedad Forestal Argentina ha tomado
la patriótica iniciativa de fomentar en todo el país el amor al árbol y la
particular protección a los que están vinculados, por hechos históricos, a la
tradición nacional.
En las
publicaciones hechas con este loable propósito, no figura la provincia de San
Luis, pues hasta se ha llegado a negar el origen histórico de los ombúes que
existen al pie de la sierra, debido a una incompleta y mala información. A
subsanar esa notoria deficiencia tiende este breve trabajo, estando obligado,
por otra parte, a robustecer la verdadera tradición sobre algunos árboles, de
los cuales me he ocupado, aunque incidentalmente, en mis estudios del pasado
puntano.
El
árbol histórico más antiguo que existe en nuestra provincia es el Nogal de la Estanzuela. Según los
informes de antiguos vecinos y de los descendientes de D. David Levigstone, que
hace más de medio siglo adquirió la estancia de ese nombre, ese Nogal, es el
último representante vivo del huerto que cultivaron los jesuitas, a partir de
1753, hasta la época de su expulsión, ordenado por el rey Carlos III, catorce
años después.’
Juan W. Gez, se refiere a otros árboles añosos, que en
este momento, no son motivo de nuestro análisis. Es por ello que nos
centraremos en sus dichos, referidos a
Los ombúes de
Pueyrredón
En la
falda occidental donde termina la hermosa sierra puntana o Punta de los
Venados, existe un lugar muy pintoresco llamado desde los más remotos tiempos Aguadita, debido a un cristalino
manantial que se desliza por entre la breña y se reúne en un estanque al pie
mismo de la montaña. Desde este sitio se domina un paisaje interesante y
variado que abarca hasta el lago Bebedero y sierra del Gigante, siendo visible
también, en los días serenos y de atmósfera diáfana, las cumbres de la
cordillera andina.
Allí fue a fijar su residencia, a fines de
1812, el ilustre general Juan Martín de Pueyrredón (1), proscripto de Buenos
Aires a consecuencia de la revolución de octubre, que desalojó del poder a los
primeros triunviros.
Acompañábale
su hermano el distinguido oficial José
Cipriano Pueyrredón, quien se trasladó con su corta familia, de la cual
formaban parte dos encantadoras chiquillas: Victoria e Isabel.
El General compró la finca a don Maximino
Gatica y al cura de San Luis, fray Cayetano Dabal, dos excelentes patriotas que facilitaron el negocio,
poniendo a salvo los escrúpulos del ilustre desterrado, a quien se había
pensado regalarle el terreno; pero como se negaron rotundamente a aceptarlo en
esas condiciones, fue necesario estipularle precio, contra los generosos deseos
de sus dueños y del vecindario.
Era
honroso para el pueblo de San Luis tener como huésped a uno de los héroes de la
conquista y defensa de Buenos Aires en 1806 y 1807 y que después, al abrazar
con fervor la causa revolucionaria, la sirvió con su pensamiento y acción, como
en la retirada del desastre de Huaquí, salvando con aquella hábil maniobra los
caudales de Potosí, para abastecer el ejército del Norte.
Entre
las escabrosidades de la querida sierra pasó sus días el patricio, resignado, pero
lleno de entereza y de fe, esperando el momento propicio para volver a la
escena.
He
referido en otra parte la predilección que tenía el General por aquellos
hermosos árboles del litoral argentino. Y debo agregar, como un detalle
interesante, que dichas plantas fueron
llevadas en unos barriles por unas carretas de tránsito para Mendoza.
Entonces
el camino principal a Buenos Aires recorría el Valle del Chorrillo y poco antes
de llegar al conocido Ojo de Agua, se internaba hacia en norte, pasando por el
abra que existe entre el grupo granítico de las canteras y la falda de la
sierra, o sea por la misma .Aguada de Pueyrredón.
Nos es
forzoso referir otros antecedentes para evidenciar las buenas fuentes de
nuestras informaciones. En 1882 fue a
San Luis el talentoso compatriota Rafael Hernández, a cumplir una misión
como vocal inspector del Consejo
Nacional de Educación. Este caballero era nieto de José Cipriano Pueyrredón e hijo de Isabel, la niña que acompañó a su padre y a su tío en aquel retiro
obligado de la sierra puntana.
Durante
su permanencia en San Luis, asistió a
una fiesta literaria en el Liceo Social, en cuyo acto Emeterio Pérez (2) leyó su hermoso canto a La Libertad, dedicado a la memoria de José Hernández, autor del poema nacional Martín
Fierro y hermano del distinguido huésped.
Cuando
el poeta puntano terminó la vibrante lectura de sus versos, el Sr. Hernández,
en una brillante improvisación, agradeció el homenaje, diciendo que era digno
de la alta cultura local y manifestó su viva simpatía y su gratitud por San
Luis, cuya generosa hospitalidad había albergado, como en su propio hogar, a
sus ilustres antepasados en la triste época de su destierro.
Cuando
vine a Buenos Aires, tuve el honor de merecer la amistad del señor Hernández,
de cuyo múltiple talento era admirador, y entonces le oí referir, en repetidas ocasiones, aquella tradición de los Ombúes
de Pueyrredón y otros interesantes detalles de familia durante la época de
su permanencia en San Luis.
Esta
venerable patricia le había recomendado el año
1883, en circunstancia en que iba a San Luis, visitara la Aguada de Pueyrredón
y la casa de piedra donde había habitado en tan remotos tiempos con su
padre y su tío el General, recordando que allí debían existir aun los ombúes plantados por el patricio. Y luego el
coronel Mom agrega textualmente: El testimonio de esa señora sobre el origen de
esos árboles (a quien Rafael habrá oído, pues a la muerte de su señora madre,
quedo con ella y llamaba mamá) es, como decía, de prueba plena y concluyente, porque fue testigo ocular de su adherencia
a la tierra; porque guardaba una memoria fidelísima de todo; era veraz por
excelencia y porque en definitiva ningún interés podía tener en alterar la
naturaleza de un hecho que no pudo imaginar fuera materia de controversia..
Después de otras consideraciones que no incluyo por no hacer más largo este
trabajo, se llega tener la plena certeza
de que esos ombúes fueron plantados por el general Pueyrredón.
La Aguadita, pertenecía en los últimos tiempos a un francés, entusiasta admirador del gran Napoleón. El genio militar y político y las singulares proezas de ese hombre extraordinario eran el tema favorito de su conversación. Un día al referirse a las campañas del ejército francés en España, se citó el triunfo de Belchite. Este nombre le cayó en gracias y, en un rasgo de buen humor, dijo que renunciaba al título de .coronel que le habían dado sus contertulios para tomar el de conde de Belchite.
REFERENCIAS:
(1) Juan Martín de
Pueyrredón: En esta instancia, solo adjuntaremos una breve referencia
biográfica. El tomo 32 de la Gran Enciclopedia Universal, editada por Clarín,
en su página 9.687, publica datos biográficos de Juan Martín de Pueyrredón,
definiéndolo como militar y político argentino. Destaca textualmente, entre
otros párrafos, que ‘Tras la Revolución
de Mayo, fue gobernador intendente de Córdoba y actuó en el Ejército del Norte.
Remplazó a Sarratea en el Primer Triunvirato (marzo-octubre de 1812) y fue
confinado en San Luis, tras el derrocamiento del gobierno. Por sugerencia de
San Martín, el Congreso de Tucumán, lo nombró Director Supremo en 1816.’
(3)
Emeterio Pérez: Primer poeta puntano que publicara sus poemas en el libro
‘Penumbras’. Este fragmento nos habla de su sensibilidad literaria. ‘¡Cuanta ventura para
el alma encierra
Tras larga lucha con la suerte
impía,
Volver a hallar en la nativa
tierra
El objeto que fue de su
alegría!’
Allí, en ese local de la calle
Belgrano, denominado Liceo Artístico en honor de Hernández leyó Emeterio Pérez
los endecasílabos de su poema .La libertad., celebrado y reproducido después en
algún periódico porteño.
Añosos árboles y un entorno natural privilegiado, tiene el Museo Pueyrredón que se encuentra en Pilar.
Si tuviéramos que escribir en detalle sobre lo que allí
se expone de que manera se preservan,
deberíamos disponer de varias páginas.
En este caso, como dato referencial y brevemente, diremos
que de acuerdo a datos extraídos del sitio ‘el historiados’, nuestra mente echa
a volar su imaginación en algunos detalles. Puede ser parte de una realidad que
ya no podemos comprobar, pero es muy factible que estos movimientos para traer
los retoños de ombúes, estén dados por la lógica.
Sabemos
que en la calle Rivera Indarte 48 de localidad de Acassuso, partido de San
Isidro, se encuentra ubicado el Museo
Histórico Municipal “Brigadier General
Juan Martín de Pueyrredón’. Lleva el nombre de quien
fuera su propietario y figura relevante de la historia nacional.
Esta casona fue construida en 1790. Es de estilo pompeyano de planta
cuadrangular. Tiene un amplio patio central con aljibe al que convergen todas
las habitaciones. Sus
características son propias de la típica construcción de campaña de fines del
siglo XVIII.
Posee un rico patrimonio histórico, arquitectónico, documental, bibliográfico,
pictórico, ecológico y paisajístico.
El predio, que antiguamente fue
conocido como Bosque Alegre en el Pago del Monte Grande o Pago de la Costa,
tiene un entorno favorecido con un parque, barranca, y vista al Río de la Plata
inmejorable.
Bosque
Alegre, como le llamaban, conservó por
mucho tiempo sus extensiones originales que abarcaban desde el río hasta el
Camino del Fondo de la Legua. La chacra estaba atravesada por cuatro caminos:
el llamado "De las Chacras" (desde 1899 avenida Manuel Aguirre, hoy
Del Libertador), el Camino Real de San Fernando a Buenos Aires (avenida Santa
Fe), el Camino del Medio (avenida Fleming) y el "de Afuera",
actualmente Diego Carman.
Inaugurado
el 16 de Septiembre de 1944 pero Monumento Histórico Nacional ya desde 1941,
fue restaurada a partir de 2007, finalizándose este minucioso trabajo en abril
de 2009.
Es fácil imaginar
que como toda persona sensible y amante de la naturaleza, que era consciente de
su confinamiento y desarraigo en otras tierras, quiso llevar consigo algo que
lo vinculara para siempre a su terruño de San Isidro.
Podemos seguir dándole vuelo a nuestra imaginación y
vislumbramos el diálogo con su agricultor, don Tomás Grigera y también sus
consejos a la hora de elegir y recomendar cuidados, de esos tres retoños de
ombúes que llegarían en carreta prolijamente embalados para enfrentar la larga
travesía, hasta echar raíces en San Luis y a cuya sombra se refugió el
patriota, pensando en un regreso.
También intuimos que Juan Martín de Pueyrredón, que viajó
con familiares, adquirió esas tierras por las bondades de su suelo, la
vegetación que lo rodeaba y el paisaje
que lo acompañó durante su estadía en San Luis.
Todo invita al diálogo, a la hora de
encontrar el verdadero motivo del traslado de esos retoños que cumplen 200 años
como silenciosos testigos de tertulias,
que fueron entretejiendo escenas de nuestra historia argentina al pie de
las sierras de la punta, siempre teniendo en cuenta el párrafo remarcado
anteriormente de Gez que señala ‘se
llega tener la plena certeza de que esos ombúes fueron plantados por el general
Pueyrredón.’
Pueyrredón y sus descendientes
Abriendo el album de los recuerdos familiares.
En este derrotero de investigar y reunir la mayor cantidad posible de material
sobre Villa Hortensia que cumple 100 años en este 2012 y la Aguada de Puerredón, cuya historia nos habla de dos centurias, nos alegra encontrar en nuestro camino, escritos que consideramos de gran
valor documental.
La historia va entrelazando sus brazos como si fuera un
árbol gigante que necesita equilibrarse desde su raíz hacia una infinidad de retoños
más pequeños pero igualmente valiosos.
Este texto que enriquecerá el blog, tiene otro
significado que se relaciona en un tiempo más contemporáneo, pero nos aporta
nombres, hilos conductores hasta la gran figura que homenajeamos del ayer.
El domingo 29 de
octubre de 2000, una noticia llamó poderosamente la atención, ya que se trataba
de algo inusual
El título señalaba que ‘Por primera vez se reunieron dos mil descendientes de brigadier general
Juan Martín de Pueyrredón.’ Esto sucedió el 28 de octubre de 2000 en Estancias
del Pilar, un predio privado que, para la curiosa celebración, cedió Eduardo
Zorraquín, uno de los herederos del prócer.
Sin ir a los detalles del encuentro, supimos que el árbol genealógico siguió creciendo, que se multiplicaron sus frutos y sus nombres y que el inspirador del encuentro que se gestó a lo largo de un año medio, fue Marcelo White Pueyrredón.
Sin ir a los detalles del encuentro, supimos que el árbol genealógico siguió creciendo, que se multiplicaron sus frutos y sus nombres y que el inspirador del encuentro que se gestó a lo largo de un año medio, fue Marcelo White Pueyrredón.
El periodista que cubrió la
nota compartiendo la velada, fue Alberto González Tor quien la publicó en el
periódico de mayor tirada de Argentina
Entre los descendientes
del Director Supremo, estaban desde Sara Victoria Pueyrredón
Lynch, bisnieta del brigadier, la mayor heredera de 96 años, a la pequeña Alexia
Gowland Acevedo acompañada por la joven, Milagros
Ciley Lanús, pasando por cuatro
sacerdotes de la misma sangre, que dieron la misa de campaña, encabezados por
el padre Martín Brach.
Siguiendo con la mención de otros personajes, estaba la
esposa del periodista Mariano Grondona, Elena Lynch, descendiente de los
Pueyrredón y la entonces Ministro de Trabajo, también familiar del héroe, Patricia
Bullrich. Entre ellos, disfrutaron de la velada Ricardo "Richard"
Pueyrredón —padre de "Banana" que se unió con sus canciones,
recordando que su progenitor, es bisnieto de José Cipriano Pueyrredón (hermano
del brigadier Juan Martín).
Enriquecieron la tarde en
familia, Julio Pueyrredón Saavedra Lamas,
Josefina Menéndez Behety Hume, Arturo Paz Anchorena, Inés Lafuente, hija de Amalia Fortabat, que recibió una distinción,
Josefina Menéndez Behety Hume, Arturo Paz Anchorena, Inés Lafuente, hija de Amalia Fortabat, que recibió una distinción,
Recordaron en este encuentro que el padre de Juan Martín, era un francés
nacido en los Bajos Pirineos, que residió en Buenos Aires desde 1763,
dedicándose al comercio de importación y exportación.
Amerita destacar, que Teresa Anchorena, también descendiente de Pueyrredón, disertó en San Luis sobre aspectos vinculados a la familia, en el Auditorio Mauricio López de la provincia cuyana, el 12 de octubre de 2012. La acompañaron el Dr. Terragno y el Dr. Leandro Despouy, tema que ampliaremos en entradas posteriores
Continuando con nuestro relato, en medio de una gran algarabía, el historiador Roberto L. Elissalde
vendía su libro ‘Los Pueyrredón’ y así, esta anecdótica jornada campestre, ya
forma parte de la familia del primer director supremo de las Provincias
Unidas del Río de la Plata, todo un cuadro que hubiera deseado plasmar en sus
telas, su hijo Juan Martín de
Pueyrredón.
Texto:
María Evelia Pérez Nicotra
sábado, 15 de diciembre de 2012
A 200 años de la Aguada de Pueyrredón
PUEYRREDON
EN SAN LUIS
Conocida la orden de
confinamiento, Juan Martín de Pueyrredón emprendió viaje a San Luís junto a su
hermano José y su sobrino Manuel Alejandro de 11 años de edad, arribando a ésta
a mediados del mes de enero de 1813. Durante siete meses permaneció instalado
en la ciudad de San Luís, tiempo que le permitió conocer el medio y estudiar
las posibilidades que las tierras tenían en esta zona para la realización de
tareas ganaderas, industriales y comerciales a las que se dedicaría durante
toda su estadía. El 31 de agosto de 1813 compra la “Aguadita” perteneciente a
Don Maximino Gatica, la que más tarde se conocerá con el nombre de “Aguada de
Pueyrredón” y a la que él llamaría con el nombre de “El Retiro”. Un tiempo después, ya casi finalizando el
periodo de confinamiento, el 30 de diciembre
de 1814, concretó la compra al Presbítero D. Cayetano Dabal Gil de
Quiroga, en Mendoza, de la “Aguadita del Portezuelo” o “de la Iglesia”.
Prilidiano Pueyrredon, hijo
de Juan Martín, en el año 1860, en una carta a Urquiza le dice refiriéndose a
la estancia de su padre en la ciudad puntana (…) “Fijó allí mi padre su residencia, y en un punto de sus terrenos que
llamó El Retiro, formó una casa y quinta, donde , pensando pasar muchos años,
no solo hizo grandes plantaciones sino que estableció carpintería , herrería,
fundición de plata oro y varios otros
preparativos para explotar su propiedad
como consta del inventario que poseo”.
El confinamiento de
Pueyrredón en San Luis duró, desde la fecha en que se determina el mismo en
noviembre de 1812, y con presencia real
en la provincia desde enero de 1813
hasta febrero de 1815. Cuando abandonó estas tierras, para dirigirse
a cumplir la misión que se le había encomendado, en la Aguada quedó su hermano
José Cipriano, quien fue su representante en todos sus asuntos políticos y
económicos.
ANIVERSARIOS
QUE ESLABONAN LA HISTORIA
Doscientos
años atrás, el coronel don Juan Martín de Pueyrredón,
inicia en San Luis tiempos de residencia como “hombre culto, agricultor,
ganadero, industrial, político...” seguramente prendado del paisaje en el sitio
nominado “ La Aguadita “ , después , hasta hoy , La Aguada de Pueyrredón ,
inscribiendo hechos que se pretenden recuperar,
teniendo en cuenta que el valor del recuerdo consiste en acordar: “poner
en tono el corazón con los acontecimientos que
proporcionan substancia al tiempo histórico.”
Cien
años datan desde el nacimiento de Villa Hortensia, solar de la familia
Despouy, ubicada en las tierras que Pueyrredón adquiriera para
instalar su descendencia y sus sueños, que luego heredase su hijo
Prilidiano y manos de por medio, los actuales propietarios, empeñados en
la celebración.
Contemplar el paisaje, ahondar en
los sucesos ciertos, reconocer habitantes y allegados, andar por las
anécdotas, desentrañar misterios, presentir lo que sintieron esas almas o
hicieron esas voluntades coincidentes o diversas, imaginar anhelos, es: honrar
la memoria y al esclarecerla, confirmar que unos y
otros, siglo mediante, integran el patrimonio cultural de
nuestra tierra.
A Doscientos años de la Aguada de Pueyrredón:
Declarada Lugar Histórico en 1941, lleva el nombre de quien en 1812
compró esa propiedad, construyó una vivienda y plantó una gran arboleda, de las
que dos grandes ombúes aun se mantienen en pie, estos fueron traídos por
Pueyrredón de su quinta en San Isidro, Buenos Aires. Como se sabe mas tarde la
situación política de Pueyrredón sufrió un giro positivo con el avance del
proceso independentista en el país, y participó en la Asamblea del año trece
como representante de San Luis y fue elegido Director Supremo.
La Aguada es la estancia que fuera propiedad del Coronel Juan Martín de
Pueyrredón y en la que en el año 1812 fue confinado. Allí el General San
Martín, visitó a Pueyrredón. Se halla en
uno de los faldeos de las sierras de San Luis, como empotrada en los resquicios
del muro granítico que se levanta casi vertical. Es un sitio placentero,
rodeado de predios cultivados en sus alrededores.
Mas tarde la estancia, paso a ser propiedad de la Familia Luco-Laborda y
a principio del siglo XX, en un lugar muy cercano al casco de la Estancia de
Pueyrredón, al pie de las sierras, se instaló el matrimonio de Doña Hortensia
Luco-Laborda y Don Enrique Despouy, de
ahí en mas el lugar siempre quedó en propiedad de la Familia Despouy.
Fue en 1912 donde la Familia Despouy se trasladó a Villa Hortensia, que
acababa de inaugurarse y contaba con
plantaciones recientes que en la actualidad ya tienen mas de cien años. Había
ya en esa época un olivo, hoy gigantesco, cuya edad no ha podido determinarse
pero que precede al actual Parque de Villa Hortensia.
Debe tenerse presente que la estancia originaria de Pueyrredón se
extendía desde la sierra de los venados hasta las postrimerías de la calle
Sucre; abarcaba lo que en el pasado se identificaba como Pueblo Nuevo, y se
extendía en dirección a Suyuque hasta el kilómetro ocho, denominada localidad
del Portezuelo.
Todavía se conserva la casa llamada Villa Manuela, que era de propiedad
de los Suárez-Luco.
La hermana de Hortensia Luco-Laborda de Despouy, Manuela Luco de Suárez,
recibió por herencia los terrenos ubicados en la zona del Pueblo Nuevo. Desde
allí, hasta la zona de Villa Hortensia, fueron emergiendo quintas destinadas a
frutales y cultivos de hortalizas, sobre todo a partir del año cincuenta.
Texto enviado por Leticia Maqueda
sábado, 8 de diciembre de 2012
Los ombúes de Pueyrredón
Acompañamos esta canción campera, con una de las fotos más valiosas de la familia DOMENICONI-DESPOUY, tomada en uno de los ombúes traidos por Pueyrredón desde su quinta de San Isidro. Los ejemplares, aún se conservan en LA AGUADA - San Luis- República Argentina
Después de leer este e-mail, volvimos a conectarnos con
Ney y estamos aguardamos su respuesta.
Amerita recordar que Ricardo Arancibia Rodríguez, escribió y musicalizó la Zamba ‘Los ombúes
de Pueyrredón’ de la cual adjuntamos su letra, partitura y breves datos biográficos.
Como su sol;
Yo quiero de tu esplendor
Cantarte suelo querido
Volcando en cada latido
En esta forma
Mi corazón:
Allá de San Luis al pié
De su sierra floreciente,
De su sierra floreciente,
Hay un lugar prominente
Que atesora tradición,
Que atesora tradición,
Donde se ostentan erguidos
Ay, ay, ay,
Donde se ostentan erguidos
Los ombúes de Pueyrredón.
Segunda
Era aún niño y con empeño
Siempre en tu seno
Quise vivir,
Más fue forzoso partir
Lejos, muy lejos del pago,
Donde el criollo en sus rezagos
Siente nostalgias
Quiere morir.
Yo que en la falda nací
De su sierra engalanada,
De su sierra engalanada,
Donde sus aguas cristadas
Van viboreando al jardín,
Van viboreando al jardín,
Recuerdo siempre de ti
Dulce patria, tierra mía
Cantando al rayar los días
Cantando al rayar los días
De mi existencia en su fin
Agradecemos a Nery Borba de Toronto que nos envió letra, partitura y su interpretación en piano.
Siempre que se realizan tareas de búsqueda de material, o
de investigación histórica, surgen momentos inesperados que tienen su párrafo
aparte.
En este caso, me conecté con alguien que desde Toronto,
atesora toda la música folklórica de Argentina.
Amerita compartir también este texto del último e-mail,
como así también la partitura y la letra de la Zamba - Canción de nuestro Rafael
Arancibia Rodríguez, que por una de esas casualidades de la vida, fue tío
abuelo de mi cuñado, miembro de la Junta de Historia de San Luis, el Dr. Jorge
del Cerro Arancibia, de cuya biblioteca tomé algunas publicaciones para este
blog.
Estimada
María Evelia:
Todas
las partituras en mi sitio Piano y Folklore (incluyendo algunas obras de Ricardo
Arancibia Rodríguez) son ediciones personales mías para tocar al piano y
compartir con amigos interesados en folklore.
Hace
varios años a través de la Internet y gracias a amigos virtuales en Argentina,
músicos amantes de folklore, conseguí copias digitales de varias partituras
(sólo música sin carátulas) de Ricardo Arancibia Rodríguez.
Algunas
de estas canciones me gustaron mucho (incluyendo Los ombúes de Pueyrredón) y
como no conozco grabaciones de la mayoría de ellas, me aventuré a publicar mis propias ediciones
de las partituras y crear mis mp3 caseros para divulgarlas a través de mi
sitio.
Por
favor, si tienen datos biográficos o enlaces a páginas web con datos sobre
Ricardo Arancibia Rodríguez mándemelos para incluirlos en mi página
https://sites.google.com/site/pianoyfolklore/autores/a/arancibia-ricardo
Gracias
desde ya por la colaboración. Saludos del Polo Norte
Ney,
de Toronto
Somos conscientes de que este trabajo solo puede llegar a
buen puerto, si se trabaja con espíritu corporativo dejando de lado
individualismos, para que se cumplan los objetivos planteados en su primer
momento, por Leandro Despouy, cuando celebrábamos el cumpleaños 92 de nuestra
querida Yeya, en Villa Hortensia.
Ricardo Arancibia Rodríguez, Nació en la Provincia de San Luis,
República Argentina, el 9 de enero de
1883 y falleció el 12 de enero de 1931. Fue compositor y poeta, introduciéndose profundamente en la entraña
de la puntanidad.
Su zamba VIVA SAN
LUIS, se convirtió en un verdadero himno
folklórico de la provincia.
En el año 1921 el Dúo Magaldi-Noda, grabó varias de sus canciones en discos
VICTOR y rollos PAMPA. Casado con Primitiva Laborda con quien tuvo seis hijos:
Ricardo y Rafael (cultores de la música folklórica), Alicia, Celia, Rafael,
Jorge y Mireya, esta última madre del apodado "Cascarudo" Domínguez
Arancibia.
LOS OMBÚES DE PUEYRREDÓN
Zamba-Estilo
Letra y música: Ricardo Arancibia Rodríguez
Primera
No hay nada como mi tierra
Como su sierra Como su sol;
Yo quiero de tu esplendor
Cantarte suelo querido
Volcando en cada latido
En esta forma
Mi corazón:
Allá de San Luis al pié
De su sierra floreciente,
De su sierra floreciente,
Hay un lugar prominente
Que atesora tradición,
Que atesora tradición,
Fue allí la antigua mansión
De un valiente en su retiro, Donde se ostentan erguidos
Ay, ay, ay,
Donde se ostentan erguidos
Los ombúes de Pueyrredón.
Segunda
Era aún niño y con empeño
Siempre en tu seno
Quise vivir,
Más fue forzoso partir
Lejos, muy lejos del pago,
Donde el criollo en sus rezagos
Siente nostalgias
Quiere morir.
Yo que en la falda nací
De su sierra engalanada,
De su sierra engalanada,
Donde sus aguas cristadas
Van viboreando al jardín,
Van viboreando al jardín,
Recuerdo siempre de ti
Dulce patria, tierra mía
Cantando al rayar los días
Cantando al rayar los días
De mi existencia en su fin
Agradecemos a Nery Borba de Toronto que nos envió letra, partitura y su interpretación en piano.
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